La técnica de la piedra seca se remonta a la prehistoria, y es muy frecuente en toda la cuenca mediterránea. Cronológicamente se tiende a datar estas construcciones entre el siglo XVIII y la segunda mitad del siglo XIX.
Se caracteriza para el uso de la piedra sin mortero para diferentes tipos de construcciones. Generalmente la piedra es utilizada sin trabajar, y suelen ser piezas más bien planas. La piedra tan solo se trabaja cuando debe tener una tarea específica, cómo un dintel o una cantonera.
En la zona del Bages la piedra seca va ligada al mundo rural y a las actividades productivas relacionadas con la viña. La técnica no era fácil y era frecuente que le hicieran grupos de personas especializadas en estas construcciones, que se desplazaban a los lugares donde era necesario construir o rehacer algún elemento. El abandono de su uso está provocando su degradación y desaparición.